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REFLEXIÓN ACERCA DE LA TOMA POR GRUPO MADRES Y PADRES LEMS

¡QUE VIVAN LOS ESTUDIANTES! Cómo entender la Toma. Reflexión colaborativa de un grupo de padres y madres del LMS. Junio 2016

Más allá del LMS

No existe probablemente en Chile un asunto urgente que suscite mayor interés, reflexión y compromiso como el derecho a la educación y el funcionamiento del sistema educativo. Las exigencias de cambio y transformación han sido abordadas tanto de manera individual como colectiva.

El sistema educacional se ha estructurado sobre dos grandes mitos: a) El mercado como mecanismo eficiente de asignación de recursos (oferta educativa, servicios educativos, apoderados clientes, subsidios a la demanda, sostenedores, participación de la banca entre otras) b) El Estado como ente subsidiario (subsidio a la demanda) o como ente regulador de una actividad que se articula a través de una democracia representativa operada por políticos sin mandato ni responsabilidad ante la ciudadanía y una burocracia administrativa.

Los datos indican que el sistema educativo chileno ha extendido cuantitativamente la cobertura de educación a niveles históricos, sin embargo, el movimiento estudiantil a través de sus movilizaciones desde el año 2006 a la fecha, ha puesto en evidencia la precariedad, desigualdad, desintegración, inconsistencia y debilidad cualitativa del sistema educativo, comenzando de esa forma un creciente y acelerado proceso de desmitificación de los fundamentos sobre los cuales se construyó.

A poco andar de las reformas educativas que ha impulsado el Estado a través de los gobiernos de turno y sólo como respuesta a la presión de los movimientos sociales, las debilidades de la democracia representativa se han hecho evidentes, la política de los acuerdos partidarios no son en rigor representativos, los petitorios a la autoridad no son otra cosa que una forma de devolver el poder y la responsabilidad política que corresponde a la ciudadanía, el uso de herramientas de gestión educacional se han transformado en estrategias para obtener recursos o derechamente se han convertido en mecanismos de despolitización sobre cuestiones que son evidentemente políticas.

El movimiento estudiantil a través de sus formas de movilización y reflexión ha construido y ocupado un vacío fértil, ha catalizado con yerros y aciertos las exigencias crecientes de participación y deliberación política en asuntos que hasta la fecha habían sido monopolizados por el mito de la modernidad o del Estado democrático subsidiario.

Son las formas de ruptura del movimiento estudiantil las que han canalizado los ímpetus de transformación interpelando a la ciudadanía, Estado, apoderados, profesores y funcionarios a participar en la construcción del derrotero hacia una transformación de la educación chilena en todos los niveles.

Los viejos ropajes con los cuales se viste la política tradicional se ven ajados e incómodos, la participación deliberativa es un horizonte, un aprendizaje.

Porque no le asustan las balas ni el ladrar de la jauría.

Inmaduros, intolerantes, faltos de formación política, utilizados por adultos intencionados, poco empáticos, niños de colegio privado, autoritarios... Esto, entre otras formas de desvalorizar la movilización de los alumnos del tercer ciclo, hemos escuchado estos días a algunos apoderados y apoderadas del LMS. No pocas veces, y dejando ver cierta culpa, se parte la crítica haciendo una validación del instrumento “toma”, de las del pasado y probablemente de algunas que pudieran venir, pero esta no, esta es especial, es la que no debió haber ocurrido.

¿Es tan especial y distinta esta toma, en su origen, en sus formas y en su desarrollo? Los que aquí firmamos tenemos la convicción que NO. Nuestra convicción no está anclada en el fanatismo por los jóvenes, en prolongar en ellos nuestras propias biografías, o en una comodidad “clasemediera” del refugio de lo privado para tener opinión sobre lo público. Nuestra opinión se hace cargo de la historia de los movimientos sociales, del rol histórico del movimiento estudiantil dentro de ellos, de la caracterización de este periodo en que se le disputa la hegemonía a los espacios colonizados por el mercado.

No hay excepción en la historia de los movimientos sociales que no vea enfrentada posiciones respecto de la rebeldía, se le exigirán a ésta una serie de condiciones que nunca tendrá, porque al tenerlas simplemente no es rebeldía, como respetar el orden de lo establecido o las formas de autoridad que les han sido impuestas. Es en los jóvenes donde lo anterior se ve potenciado, biología y conflicto social son una mezcla explosiva para el statu quo.

Esta movilización de los jóvenes del LMS, es una rebeldía con altos niveles de conciencia y politización, los que han mantenido y procurado las formas para facilitar las expresión de las ideas, incluso aquella que los descalifica o que les habla desde la verticalidad de la autoridad que entrega el ser adulto (y adulto ilustrado que es lo más penoso, ese que firma con su nombre, títulos y grados).

No estamos ni en contra ni de acuerdo con la toma, estamos a favor de nuestros jóvenes, los mismos que aunque cambien los rostros, que tienen a este país discutiendo reformas que no estaban en los contextos de obviedad de la transición, hoy sacan al descubierto contradicciones que también existen al interior del LMS y que lejos de enemistarnos nos debe hacer debatir las ideas.

La Toma

Son 8 los argumentos que los alumnos esgrimen para haber llevado a cabo la toma:

1. La toma permite la creación de nuevas formas de organización que inciden en ser mejor escuchados.

2. Simbólicamente es un llamado de atención desde una institución privada hacia un paradigma que consigna esta medida como exclusiva de la esfera pública.

3. La toma en el LMS incorpora al Liceo dentro del movimiento nacional. 4. Desarrolla un discurso político comunitario pues congrega mayor participación, discusión y

tolerancia. 5. Explicita la búsqueda de una autonomía crítica y también colectiva. 6. Repudiar el accionar desmedido de Carabineros.

  1. Poner en práctica la reflexión sobre un PEI que tiende hacia lo público.

  2. Fortalecer los lazos inter-estamentales (profesores, funcionarios, apoderados y alumnos).

Dicho esto, no seremos nosotros quienes deslegitimemos la acción. La validez del instrumento y la posterior generación de contenidos son la mejor respuesta de legitimidad en la que avanzan los propios estudiantes manuelsalinos.

Ser comunidad Manuel Salina

“Compartir”, palabra tan utilizada en diferentes contextos sociales y tan descuidada por muchos de los principales protagonistas de una comunidad educativa, es uno de los conceptos de más difícil asimilación y complejidad emocional que tenemos pendientes. La práctica colaborativa y comunitaria es la que queremos que prime al definir y aplicar los objetivos del aprendizaje, enriqueciendo la experiencia académica, personal, social, espiritual, cultural y política de los estudiantes. La Comunidad se forja en el momento exacto en que nos comprometemos a respetar ciertos acuerdos ya concordados con anterioridad y de común interés para todos.

Esta comunidad Manuel Salina tiene un largo historial de vida republicana y las generaciones que han transitado por el Liceo nos han heredado la conciencia del momento histórico en que vivimos cuando ha sido requerida. Es un deber histórico-cultural de nuestra comunidad, escuchar el llamado de nuestros niños y jóvenes, son ellos quienes nos convocan a la reflexión, quienes nos invitan a compartir las soluciones en una crisis, son ellos quienes a través de sus sueños nos dan las claves para transformar nuestra realidad. Si el Liceo Experimental Manuel de Salas nos permite activar nuestros sueños y éstos son compartidos en comunidad, la ilusión se transforma en el consecuente bien común que esperamos.

No reconocer lo anterior puede ser signo de que no estamos entendiendo la cultura del Liceo y de su historia de compromiso social, legado que nos desafía a mirar el futuro con mayor disposición al bien común.

La reflexión

Como grupo de apoderados definimos nuestra postura de legitimar la toma y de trabajar desde las dinámicas y estrategias planteadas por los estudiantes movilizados. Respondemos a la historia del colegio y compromiso del estamento de apoderados frente a la formación cívico-política de nuestros hijos, como así también a la responsabilidad frente a la necesidad de cambios estructurales de fondo en el sistema educacional.

Nuestro compromiso es generar los canales de participación que nos lleven a resolver la medida, respondiendo a, y cumpliendo con, la interpelación que los estudiantes nos hacen, reconociendo el particular valor de las generaciones venideras que nos hacen ver como transformable lo que a menudo se nos vuelve natural.

Proponemos:

La participación como medio efectivo para enfrentar la coyuntura del colegio en toma y encontrar los mecanismos de salida.

Esta participación se hace desde las instancias formales y legítimas suscritas por los estudiantes en toma, validando su acción desde una lógica comunitaria y de aglutinación de estamentos en pos del bien común.

Bajo esta perspectiva, contribuir a la generación de espacios de diálogo y reflexión multiestamental que permitan alcanzar acuerdos para el levantamiento de la Toma.

En los procesos posteriores a la Toma, contribuir a la generación de instancias de reflexión, análisis y acción frente a los desafíos planteados por el estamento estudiantil: realidad de la educación pública del país, empatizando con ella y movilizándose; fortalecer los lazos comunitarios triestamentales frente a una opinión política-social de la educación pública de nuestro país y la reflexión sobre el PEI y sus implicancias.

Firmantes:

- Alex Bustamante. Papá de Santiago Bustamante Sepúlveda, 3o básico B – Olivia Bustamante Sepúlveda, 1o básico C – Lorenzo Bustamante Sepúlveda, Transición menor 2017. - Claudio Cortés. Papá de Lucas Cortés Martínez, 3o básico B

- Gerardo Maluje. Papá de Luciano Maluje Torres, 3o básico B – Emilio Maluje Torres, 1o básico C. - Paula Martínez. Mamá de Lucas Cortés Martínez, 3o básico B - Carolina Parraguez. Mamá de José Manuel Aguilar Parraguez, 3o básico B.

- Claudia Puchi. Mamá de Manuel Soto Puchi, 3o básico B . - Patricio Soto. Papá de Manuel Soto Puchi, 3o básico B – Emilia Soto Arellano, I medio C - Antonia Soto Arellano, generación 2013 LMS. - Paula Torres. Mamá de Luciano Maluje Torres, 3o básico B – Emilio Maluje Torres, 1o básico C.

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